Llega la Navidad y con ella las comidas y las cenas típicas de estas fechas. Se calcula que, de media, cada español engorda entre dos y cinco kilos por las comidas navideñas.
Más allá de la cuestión estética, los excesos navideños pueden derivar fácilmente en un empeoramiento de la salud, sobre todo en personas mayores de 65 años o con patologías previas, como diabetes, colesterol o hipertensión.
Todo ello se traduce en una peor salud cardiovascular, la más preocupante, pero también en una peor salud digestiva con el aumento de la gastritis, gastroenteritis, reflujo gastroesofágico, úlceras e incluso hemorroides.
Aunque evitar comer exceso es muy difícil, si que puedes incluir algunos trucos y recomendaciones para las comidas navideñas para que estos días no anulen un año de buenos hábitos.
- Procura fijar con antelación los días que van a ser festejados con un menú especial o te pasarás comiendo y bebiendo en exceso más de 10 días.
- No acudas a las comidas o cenas con hambre ya que te resultará más difícil controlar tu apetito.
- Te recordamos la máxima más certera en alimentación, también en Navidad: COMER POCO DE TODO.
- Abundante fruta y verdura. Si conseguimos que el primer plato de nuestras comidas navideñas sea siempre verdura, tendremos mucho ganado, pues al menos nos aseguramos de que el primer plato es saludable y comeremos menos de los segundos, que suelen serlo menos. Y para el postre, que la primera opción sea siempre un postre a base de fruta, frutos secos o la fruta sin más.
- Pescado, mejor que carne. Una forma muy fácil de sustituir un segundo poco saludable, como cordero, vaca o cerdo, por otro que sí lo es, como salmón, merluza o dorada.
- Deja de comer cuando estés saciado. Si te apetece todo, pruébalo, pero no sigas comiendo cuando estés muy saciado. Además de muchas calorías extras, nos ahorraremos algún que otro problema digestivo.
- No saltarse comidas. Saltarse comida no sólo no compensa los atracones, sino que puede ser contraproducente y hacer que comamos más en las comidas siguiente. Es preferible hacer comidas ligeras.
- Modera el consumo de alcohol. Es alcohol es uno de los protagonistas de las comidas navideñas, pero un consumo excesivo potenciará aún más los efectos negativos de una comida copiosa: más calorías, más riesgo de sobrepeso, peor salud cardiovascular, peores digestiones…
- Haz ejercicio. Si sigues una rutina de ejercicio durante el resto del año, en navidad, no sólo no debes abandonarla, sino que es el mejor momento para hacer aún más ejercicio.
- Usa la báscula. Sin obsesionarse, pero hay que hacer uso de la báscula para no llevarnos el susto después de Reyes.
Esperamos que estos consejos te hayan sido útiles y disfrutes de una navidad saludable y sin sustos.
