Más de 900 pacientes ostomizados reciben asesoramiento individualizado y continuado en el Hospital Universitario de la Ribera, a través de una consulta monográfica creada para mejorar sus autocuidados y calidad de vida.

La ostomía (o estoma) es una abertura artificial realizada en el intestino hacia el exterior para eliminar los residuos del organismo (heces y orina) en una bolsa recolectora externa. Este tipo de dispositivo está indicado en aquellos pacientes que, a causa de un tumor colorrectal o vesical, a un proceso inflamatorio (colitis ulcerosa, enfermedad de Crohn, diverticulitis) o una peritonitis, se les ha extirpado una parte del colon o la vejiga, por lo que precisan de esta técnica para eliminar los residuos del organismo.

Según las enfermeras gestoras de la consulta especializada del Hospital de Alzira, Cati Fuentes y María Fayos, “la ostomía suele producir un fuerte impacto psicológico en los pacientes y en sus familiares, sobre todo en las primeras semanas, ya que supone un cambio radical en su calidad de vida, tanto a nivel personal, como social y laboral”.

Así, “una de las funciones más importantes de esta consulta es la de ayudar a desestigmatizar al paciente, trabajando con él y sus familiares a normalizar su situación psicosocial, de manera que puedan seguir con su vida diaria, a pesar de la bolsa externa que deben llevar puesta las 24 horas al día”, explican las enfermeras.

Otro de los objetivos fundamentales de esta consulta es la formación del paciente en el manejo diario de su estoma. En este sentido, se estima que cerca del 50% de los pacientes ostomizados suele padecer problemas de piel (dermatitis, úlceras, granulomas, irritaciones) en la abertura, por lo que son importantes los autocuidados para prevenir complicaciones dermatológicas en la zona de la bolsa.

Asimismo, el paciente aprende en esta consulta cómo sustituir y ajustar de forma regular la bolsa o dispositivo que contiene los residuos, de manera que pueda normalizar su situación y recobrar su autonomía.

Marcaje preoperatorio

 La labor de esta consulta con el paciente comienza antes, incluso, que la propia intervención quirúrgica, ya que es en el preoperatorio cuando el equipo de enfermería establece la posición más adecuada del estoma, marcando su ubicación final.

Según las enfermeras gestoras de la consulta, “estudiamos la fisionomía del paciente, cómo se sienta, cómo se acuesta y su morfología estando de pie, de manera que se encuentre cómodo con el dispositivo y que no dependa de nadie para sus autocuidados ni tenga limitaciones diarias, ya que una adecuada ubicación del estoma es sinónimo de calidad de vida”.

Educando en salud

 El personal de Enfermería que gestiona esta consulta desarrolla, a su vez, una labor esencial en la educación con los pacientes y sus familiares, con el objetivo de promover hábitos saludables que les ayude a sobrellevar su rutina con un estoma.

“Ayudamos al paciente ostomizado, no solo a aceptar su nueva situación, sino también ofreciéndole recomendaciones para su día a día; por ejemplo, les facilitamos pautas dietéticas, alimentos que deben evitar, consejos para su higiene personal, para la práctica de actividad física, su sexualidad o cómo deben vestirse”.

Además, los pacientes disponen de un número de teléfono directo con las gestoras de la consulta para resolver dudas que puedan surgir respecto a su estoma, lo que ayuda a empoderar al paciente haciéndole partícipe de su proceso de cuidados.

“Los pacientes y sus familiares están muy agradecidos con esta consulta de asesoramiento, ya que les ayudamos a mejorar su calidad de vida; de hecho, se estima que 9 de cada 10 pacientes que reciben asesoramiento y supervisión tras una ostomía consiguen hacer una vida prácticamente normal y sin limitaciones”, concluyen las enfermeras gestoras.