Seguro que conoces a alguien que ha sufrido un ictus;  un amigo/a o  conocido/a…o incluso puede que lo hayas vivido de cerca con algún familiar directo. Es muy probable porque en España se da un caso cada 6/7 minutos. Es la segunda causa de muerte. La primera entre las mujeres, y la primera causa de discapacidad adquirida en el adulto.

En pocas palabras, un ictus es un ataque cerebral. Es el término que se utiliza para describir las consecuencias de la interrupción súbita del flujo sanguíneo a una parte del cerebro (en el 85% de los casos) o de la rotura de una arteria o vena cerebral, que provoca una hemorragia cerebral.

Cuando se detiene el flujo de sangre y oxígeno a una parte de nuestro cerebro durante un cierto periodo de tiempo, van apareciendo diversas manifestaciones que se van estableciendo durante unas pocas horas.

Cada minuto cuenta. Las secuelas del ictus pueden variar por segundos.

Cada minuto cuenta. Las secuelas del ictus pueden variar por segundos. Por ello, una correcta reacción a tiempo puede ayudar a detener el proceso o incluso a revertir sus efectos. Se debe actuar con rapidez para aplicar el mejor tratamiento y evitar el mayor número posible de complicaciones.

Síntomas del ictus

Y para actuar con rapidez, debes tener claro cómo se manifiesta el ictus. ¿Y cuáles son los síntomas?

Todos los signos y síntomas se presentan de forma rápida e inesperada pero no hay que esperar a que se presenten todos:

  1. Dolor súbito de cabeza de gran intensidad y sin causa aparente.
  2. Pérdida de la visión, total o parcial, o visión doble con sensación de mareo.
  3. Dificultad en el habla, pérdida de la capacidad de expresarse con claridad y comprender el lenguaje.
  4. Pérdida de fuerza y sensibilidad de un lado del cuerpo (cara, brazos o piernas).
  5. Inestabilidad o pérdida de equilibrio, sensación de vértigo y confusión.

Hay algunas pautas que puedes llevar a cabo para reconocer los síntomas:

  1. Hacer sonreír al afectado. Si una de las mejillas no se eleva, ya es un síntoma.
  2. Hacer que la víctima eleve los brazos hacia delante. Si no es capaz de elevar uno de los dos deberemos usar el teléfono para llamar a emergencias.
  3. Hacer preguntas básicas como cuál es su nombre, la edad…

Cómo actuar frente a un ictus

  • Ante el primer síntoma, aunque sea leve, llama al 112 (Emergencias).
  • No muevas al paciente, solo ayúdale a recostarse manteniendo su cabeza elevada unos 45 grados por encima del cuerpo.
  • Asegúrate de que el enfermo respira con normalidad. No le des medicamentos, ni le ofrezcas agua o alimentos.
  • Mantén la calma y espera a que llegue una ambulancia. No le traslades por tus propios medios al hospital.

Por cada minuto que el cerebro sufre una disminución de la circulación de la sangre se pierden 1,9 millones de neuronas y 14 billones de conexiones neuronales. Por tanto, una hora de falta de riego supone un envejecimiento cerebral de 3,6 años y una pérdida de 120 millones de neuronas, por lo que el ictus SIEMPRE constituye una urgencia médica. ¡¡Tenlo en cuenta!!

Errores que no debes cometer ante un ictus

  • Dar de comer o beber a la víctima. Puede atragantarse.
  • Forzarle para hablar o moverse.
  • Administrar algún tipo de medicamento.
  • Intentar sujetar a la víctima si aparecen convulsiones o se agita. Movilizar el cuello o ponerle cosas apretadas.
  • Dejarla sola.

Prevención del ictus

Debes saber que pese a que la mitad de los casos se produce a partir de los 75 años, el ictus puede presentarse a cualquier edad.

¿Cómo prevenirlo? Tratando de evitar los factores de riesgo como la hipertensión arterial, la diabetes mellitus, el aumento del colesterol,  el tabaquismo o el alcohol, el sedentarismo, los malos hábitos dietéticos, la fibrilación auricular (una de las arritmias más frecuentes) o los anticonceptivos orales. Todos estos factores favorecen la aparición del ictus y controlarlos es el primer paso para mantener el correcto estado del cerebro.

Esperamos que este post te haya sido útil por si alguna vez te tienes que enfrentar con el ictus.