El Servicio de Fisioterapia y Rehabilitación del Departamento de Salud de la Ribera ha puesto en marcha, en los centros de salud de la comarca, un programa de ejercicios dirigido a rehabilitar las secuelas respiratorias y motrices que presentan pacientes que han estado ingresados por COVID-19 en los últimos meses.

Según ha destacado el fisioterapeuta adjunto del Servicio de Fisioterapia, Vicente Matoses, “hemos desarrollado este programa de ejercicios ante la necesidad de ayudar a pacientes a los que los efectos derivados de la enfermedad les impiden realizar actividades cotidianas, a recuperar la funcionalidad y la condición física que tenían antes de sufrir el COVID-19”.

Así, las secuelas más frecuentes que presentan estos pacientes son la debilidad muscular y problemas derivados de la afectación pulmonar, como la fatiga.

“Estos pacientes llegan a nosotros a través de la Unidad de Documentación Clínica del Hospital de la Ribera, que nos remite a todas las personas que han sido ingresadas en el centro hospitalario por COVID-19, pero también nos remiten pacientes los servicios de Neumología, Geriatría y Medicina Interna y los centros de Atención Primaria”, ha señalado Matoses, quien ha destacado que “tras la evaluación de su situación física y respiratoria, incluimos en el programa solo a aquellos pacientes a los que la enfermedad les impide llevar a cabo actividades de la vida cotidiana, como caminar o vestirse”.

De esta forma, los pacientes son clasificados, según su grado de afectación, en leves y moderados, para los que se han diseñado sendos planes de ejercicios tanto respiratorios como motrices.

De esta forma, entre los respiratorios se incluyen ejercicios dirigidos a mejorar la respiración diafragmática y la expansión torácica así como ejercicios de drenaje bronquial en el caso de pacientes que tengan dificultades para la expulsión de secreciones. Por lo que se refiere a los ejercicios motrices, estos están dirigidos a mejorar la fuerza tanto de los miembros superiores como de los inferiores, el equilibrio y a desarrollar la capacidad de deambulación.

Desarrollo del programa

Un día a la semana, el fisioterapeuta del centro de salud se reúne con el paciente, acompañado, siempre que sea posible, de algún familiar, para realizar y pautar los ejercicios que el paciente deberá repetir, dos veces al día durante toda la semana, en su propio domicilio. Siempre que sea posible, el fisioterapeuta irá incrementando la dificultad de estos ejercicios.

“En caso de que el paciente no pueda acudir al centro de salud, por su propia incapacidad para moverse o por condicionantes externos a él, la sesión con el fisioterapeuta podrá ser compartida con un familiar, que será el encargado de recoger el plan de ejercicios que el paciente desarrollará en su domicilio durante la semana siguiente”, ha afirmado Matoses.

El programa tiene una duración de 3, 4 o 5 semanas consecutivas, en función de la evolución del paciente. Una vez finalizadas las sesiones dirigidas por el fisioterapeuta, el paciente deberá continuar realizando los ejercicios en su domicilio de manera autónoma, a la vez que el fisioterapeuta realizará un seguimiento telefónico de su evolución hasta su alta definitiva del programa.