Odontología, Cirugía Oral y Maxilofacial

Odontología

 

El Servicio de Odontología, Cirugía Oral y Maxilofacial del Hospital de la Ribera se caracteriza por la agilidad a la hora de abordar la patología de la cavidad oral, que suele ser de tipo quirúrgico.

Este Servicio cuenta con una lista de espera que permite ajustarse a las necesidades personales del paciente que tenga limitaciones de fechas por estudios y/o trabajo.

Para este Servicio es prioritario el abordaje rápido de los pacientes con patología oncológica, motivo por el cual el diagnóstico y tratamiento se realiza en el menor tiempo y de forma individualizada, siempre con el consenso del equipo del Comité de Tumores de Cabeza y Cuello.

Otra de las características de este Servicio es su gran experiencia en cirugía ortognática y en el uso de una técnica quirúrgica minuciosa, con el apoyo de la última tecnología en ultrasonidos, tanto en motores como en bisturís, lo cual implica escaso edema –inflamación- y hematoma postoperatorio, con el consiguiente buen estado general del paciente.

El Servicio de Odontología, Cirugía Oral y Maxilofacial del Hospital de La Ribera desarrolla una cartera de servicios completa y trabaja en colaboración con otras servicios como Otorrinolaringología, Cirugía Plástica y Reconstructiva, Oftalmología, Neurocirugía, Dermatología, Oncología, Radiodiagnóstico, Radioterapia, Urgencias, Medicina Intensiva y Medicina Interna para que los pacientes sean atendidos desde la visión de un equipo multidisciplinar. Calidad, seguridad e innovación son la vocación de los miembros del Servicio de Odontología, Cirugía Oral y Maxilofacial cara al paciente y constituyen las premisas básicas sobre los que se sustenta la actuación de esta Unidad.

 

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Información General

Teléfono: +34 962 542 800

Jefatura de servicio: Dra. Amparo Pla

Tratamientos

Es la especialidad de la odontología que trata el cuidado oral preventivo y terapéutico de niños y adolescentes. La atención dental básica que se realiza en La Ribera consiste en:

  • Revisión del estado de salud bucodental.
  • Educación sanitaria sobre higiene bucodental y dieta.
  • Aplicación de flúor tópico.
  • Sellado de fosas y fisuras de molares permanentes.
  • Tartrectomía
  • Tratamiento de urgencias bucodentales.
  • Extracción piezas temporales y permanentes excluidas las de indicación ortodóncica.
  • Obturaciones piezas permanentes.
  • Reconstrucción de lesiones de piezas permanentes.
  • Endodoncia de piezas permanentes.

Denominada así porque se realiza en el interior de la cavidad bucal, engloba los patologías más frecuentes en la población como son:

  • Aquellas relacionadas con las alteraciones de la erupción dentaria, como la inclusiones dentarias: Cordales -muelas del juicio- o terceros molares, Caninos, Premolares, Piezas supernumerarias (mesiodens). El procedimiento habitual en todos estos casos es hacer un colgajo para abrir la encía, realizar una resección en el propio hueso (ostectomía), extraer la pieza dentaria y suturar.
  • Los quistes odontogénicos: Los más frecuentes son los quistes radiculares o periapical y los quistes foliculares o dentígenos. Los primeros tienen su origen en las caries dentales, cuando infección afecta a la pulpa y llega al ápice dental provocando un granuloma y/o abceso periapical que, evolucionado en el tiempo, acaba formando un quiste. Los segundos están provocados por el propio quiste que contiene las células germinales que forma la pieza dentaria incluida y ayude en condiciones normales a su erupción. Si ésta no erupciona, el quiste puede seguir aumentando de tamaño de manera anómala e expensas de provocar la osteolisis del hueso de la mandíbula. Los síntomas más habituales de consulta son el dolor por inflamación y/o infección que si no se trata puede llegar a provocar una celulitis o flemón con o sin supuración local, con limitación de la apertura bucal –trismus-, dando lugar a una osteitis u osteomielitis, a fístulas cutáneas cervicofaciales o incluso generalizarse con afectación de cara y cuello –cervicofacial-, llegando al mediastino –mediatinitis-, provocando una fascitis necrotizante e incluso una sepsis.
  • Tumores benignos de los maxilares: Fibroma osificante, Displasia fibrosa, Osteoma, Condroma, Tumores vasculares benignos -hemangiomas, malformaciones vasculares-, Linfangiomas, Neurofibromas. Suelen diagnosticarse como masas deformantes, siendo el tratamiento de elección la extirpación quirúrgica excepto las malformaciones vasculares que suelen usarse sustancias esclerosantes.
  • Las lesiones de las mucosas: Se diagnostican, controlan y biopsian porque algunas son premalignas -pueden degenerar en neoplásicas o malignas-: leucoplasias, eritroplasias, liquen plano, candidiasis hipertrófica crónica… Los pacientes con este tipo de patología se suele tratar de forma ambulatoria, con anestesia local o general como Cirugía Mayor Ambulatoria (CMA).
  • Los Tumores odontogénicos de los maxilares: Son lesiones producidas por el sistema de formación de los dientes. Pueden ser benignos -Ameloblastoma, Fibroma, Tumor odontogénico, Odontoma, Mixoma, Cementoma- o malignos -(Ameloblastoma, Carcinoma, Sarcomas, Fibrosarcomas-.
  • Tumores de la cavidad oral: El 90% de los tumores malignos de la boca son carcinomas epidermoides. El paciente presenta una úlcera –llaga- o una tumoración exofítica -bulto duro-, que puede sangrar y dar dolor. Algunos presentarán asociadas adenopatías cervicales -bultos en el cuello-. Es muy importante su diagnóstico precoz para una total curación con el mínimo de secuelas por el tratamiento, que se basa en tres pilares: la cirugía, la radioterapia y la quimioterapia.

Trata de corregir las deformidades de los maxilares, que es un problema funcional aunque secundariamente mejora la estética del paciente. En la mayoría de los casos el paciente no puede masticar con normalidad por la maloclusión que padecen. Precisa de un abordaje multidisciplinar, ya que estos pacientes requieren ortodoncia pre y postquirúrgica con la consiguiente estrecha colaboración entre ortodoncistas y cirujanos para coordinar los tratamientos. El abordaje quirúrgico va dirigido a reposicionar los maxilares por medio de osteotomías de manera que el paciente tenga una correcta oclusión dental. Puede requerir la colocación de distractores previamente para alargar la mandíbula o ensanchar el paladar. Requiere ingreso hospitalario de 1 a 2 días por la disminución del hematoma y el edema –inflamación- postoperatorio del paciente al utilizar un motor ultrasónico que permite osteotomías rápidas, seguras y precisas, con la consiguiente rápida recuperación del paciente que se adelanta unos 15 días.

Consiste en el diagnóstico y tratamiento de los traumatismos faciales que suelen asociar fracturas. La cirugía de este tipo de pacientes se planifica como una urgencia programada que facilita que esté resuelto el edema -hinchazón de la cara-. Se realiza con mínimos abordajes que permiten reducir los huesos faciales y fijarlos con placas y tornillos. Ocasionalmente, puede ser necesario un bloqueo elástico intermaxilar que mantendremos el menor tiempo posible.

Es una patología cada vez más frecuente entre la población ya que sus factores predisponentes y desencadenantes son múltiples como el estrés, la hipermovilidad o hiperlaxitud de ligamentos, el bruxismo, la pérdida de piezas dentarias -molares posteriores-, los traumatismos agudos -golpe en mentón, latigazo cervical, intubación, buceo, posturas en músicos…-). Clínicamente, el paciente tiene dolor, limitación de la apertura bucal, ruido articular, desviación de la boca en la apertura hacia el lado afecto, disminución de la laterotrusión contralateral -movimiento de lateralidad de la boca disminuido-. Es muy importante el correcto diagnóstico. En cuanto al tratamiento se puede realizar fisioterapia- ejercicios, férulas, fármacos, artrocentesis, artoscopia y cirugía abierta de la ATM.

Se incluyen los tumores benignos y malignos, la patología inflamatoria asociada o no a litiasis de las glándulas salivales mayores -parótida, submaxilar y sublingual- y menores -paladar, labiales, yugales-. La clínica inflamatoria más frecuente es el aumento de tamaño de la glándula afecta –tumefacción-, pudiendo acompañarse de dolor si existe infección o litiasis –piedras-. Los tumores suelen presentarse como masas únicas, de crecimiento lento y progresivo, con evolución más rápida en los malignos. El Servicio de La Ribera se caracteriza por una estancia corta postquirúrgica muy corta de 1-2 días debido a la técnica quirúrgica tan minuciosa que implica escaso edema (inflamación) y hematoma postoperatorio con el consiguiente buen estado general del paciente. El Servicio cuenta también con sialoendoscopio que permite la localización de las litiásis y su extirpación sin la necesidad, en todos los casos, de la extirpación de la glándula.

Las patologías infecto inflamatorias son las adenitis (inflamaciones de los ganglios) más frecuentes en niños y de origen vírico. Los quistes y fístulas congénitas se presentan como una tumefacción (bulto) situado en el centro del cuello si se deben al tracto tirogloso y lateral si están producidos por el aparato braquial. Otros tumores son los linfomas, tumores vasculares, tumores de origen nervioso, tumores grasos (lipomas), tumores musculares, tumores fibrosos, sarcomas, teratomas y metástasis. La utilización por el Hospital de La Ribera del bisturí ultrasónico permite una mejor hemostasia y minimizar el riesgo de hemorragia durante la intervención, con la disminución de la necesidad de transfusiones y un postoperatorio más rápido y mejor para el paciente.

El paciente con labio leporino y fisura palatina es un niño que va a requerir una atención continuada con múltiples tratamientos a lo largo de los años y un equipo multidisciplinar con pediatras, foniatras, ortodoncistas, etc. Actualmente, han disminuido mucho los casos de pacientes afectos de esta patología. En general, se sigue esta secuencia de intervenciones: la primera cirugía tiene como finalidad el tratamiento del labio y la nariz, la segunda la corrección del paladar, la tercera la corrección de la fisura alveolar para reestablecer la estructura ósea del arco maxilar, la cuarta consistirá en una cirugía ortognática por la hipoplasia maxilar y la quinta en una rinoplastia secundaria.