Pornonativos: A falta de educación sexual… ¡Porno!
¿Tienes hijos o hijas adolescentes? Si la respuesta es sí y además disponen de teléfono móvil, casi con total seguridad podemos afirmar que han consumido contenido pornográfico.
¡Tranquilo-la, respira!
Durante la adolescencia se despierta un mayor interés por el sexo del que se haya tenido antes, y es comprensible que ante la falta de información, la persona busque respuestas en sus dudas.
La educación sexual es un proceso de enseñanza por medio del cual se brinda: Información, herramientas y motivación; aspectos necesarios para la toma de decisiones saludables relacionadas con el ámbito del sexo y la vivencia de la sexualidad.
Pese a todo, esta continua siente la gran olvidada, la asignatura pendiente de nuestro sistema educativo y sanitario. Esto sumado al hecho de que se trata de un tema que continua teniendo mucho de tabú y ante el cual las familias, en muchos casos, no saben cómo actuar, está contribuyendo a que las personas obtengan una visión completamente distorsionada de la sexualidad humana.
La persona necesita estar informada para poder decidir libremente qué es lo que desea realmente, y en este intento de saber y conocer, natural y genuino en el ser humano, es donde los jóvenes se topan con la pornografía.
La primera generación porno-nativa
¿Porno qué?
Generación porno-nativa, niños y niñas que descubren la pornografía antes que su propia sexualidad
La pornografía es lo que ha suplido en la actualidad a la falta de educación sexual. Es decir, la principal herramienta de información de la cual dispone el colectivo joven para aprender sobre sexo. Es, de alguna manera, su manual de instrucciones.
Nos encontramos delante, de lo que algunos expertos denominan, la primera generación porno-nativa, Una generación en la que las prácticas, gustos y preferencias tienen más que ver con los experiencias observadas en el porno que con los experiencias vividas realmente.
– Pero, siempre ha existido la pornografía…
Es cierto, lo que pasa es que hasta el momento no se consideraba que el acceso a este tipo de contenido tuviera una influencia relevante en la población joven, pero con el acceso a internet en los teléfonos móviles y la utilización de estos dispositivos desde temprana edad, el escenario ha cambiado por completo.
El porno del S.XXI es accesible, gratuito y anónimo, para todas las edades y en cualquier hora del día.
¿El resultado?
Una sociedad entera construyendo su deseo sexual sobre la base de un GUIÓN FICTICIO preestablecido, el de las PELÍCULAS PORNO.
Cuando las personas jóvenes ven pornografía, deducen que el sexo es así, porque no tienen experiencias previas para entender que «el porno es ficción» y obtienen ideas erróneas sobre el sexo que delimitan la manera en que los adolescentes piensan y actúan.
¿Qué podemos hacer al respeto?
Seguir exigiendo una educación sexual integral es de vital importancia.
Pero, mientras tanto, no te quedas con los brazos cruzados…
La mejor herramienta, la comunicación
La sexualidad es inherente a la persona y está presente a lo largo de toda nuestra vida. La educación sexual no debe limitarse a explicar cómo vienen los niños al mundo. En lugar de esto:
- Toma la iniciativa, busca momentos de oportunidad para tratar aspectos de la sexualidad con tu hijo o hija (identidad, placer, consenso, comunicación, reciprocidad).
- Habla con respeto, tanto del contenido como de la forma en la cual comunicas, genera aprendizaje.
- Valida el que siente o piensa, aunque no lo compartas.
- Promueve y acompaña en la reflexión.
- Ofrece un entorno donde se sienta libre para preguntar en cualquier momento.
No dejes nunca de formarte, e informarte también, para resolver estas cuestiones de manera genuina y sin emitir juicios al respeto.
Puedes encontrar más información en la Unidad de Salud Sexual y Reproductiva de tu centro de salud, Y, también, en las redes sociales, en el programa “Pregunta i Enrotlla't” de Lara Avargues.
Yolanda Gómez Fabra
Psicóloga de Juventud, Mancomunidad Ribera Alta