¿Puedo bañarme en el último trimestre de embarazo?
¿Puedo bañarme en el último trimestre de embarazo? Está es una de las preguntas más recurrentes que nos hacen a los matrones/as en cuanto llega el verano. Antes de que sigas leyendo buscando la respuesta te contesto que SI, aunque te aconsejo que sigas leyendo para disipar todas tus dudas.
¿Por qué se les dice a las mujeres embarazadas que no se bañen en piscinas o el mar? Voy a tratar de explicártelo desmontando algunos mitos.
Mito 1: Si rompes aguas, «y no te enteras», puede ser malo para tu bebé
En el caso de que fuera verdad, es improbable que no te des cuenta de la rotura prematura de membranas (“romper la bolsa de las aguas”).
Quiero pensar que todos/as, aunque hayan pasado muchos años, habéis tenido la sensación irrefrenable de orinar durante el baño. Bien, acto seguido, se relajan esfínteres y se nota una sensación calentita por la entrepierna y un alivio inmediato de esa necesidad tan básica. Creo que me sigues, ¿verdad?
Pues bien, el líquido amniótico está a una temperatura de 37ºC, como tu cuerpo. Por muy caliente que esté el agua de la piscina o del mar, nunca superará esa temperatura, y por tanto, “si rompes aguas” notarás el líquido calentito del que os hablo.
Además, si rompes la bolsa, la pérdida de líquido amniótico va a ser continua, va a seguir cayendo por tus piernas cuando salgas del mar o de la piscina y el tiempo posterior. En ese caso, debes acudir a tu centro hospitalario o al que se encuentre más próximo para que te evalúen.
Mito 2: Si expulsas el tapón mucoso, puedes tener una infección al bañarte
Otra mentira a medias, y te lo explico.
Para empezar, el tapón mucoso, solo es una barrera mecánica que impide el ascenso por el canal vaginal hasta el útero de cualquier infección. Si se expulsa no hay que acudir al hospital, pues tan solo indica que has tenido alguna contracción. Algunas mujeres lo expulsan y no se ponen de parto hasta 7 días después.
En cualquier caso, imaginemos que efectivamente lo has expulsado, ¿qué pasaría?. En ese caso, hay que tener en consideración distintos aspectos, como la vagina, su pH y el tipo de agua donde se esté haciendo la inmersión.
La vagina: es una cavidad cerrada, donde las paredes anteriores y posteriores se unen si no hay nada dentro. Es decir, en ningún caso es un cilindro abierto que invita a subir fácilmente a cualquier bacteria que circule por el agua.
El pH vaginal: la embarazada tiene un pH ácido que favorece que los agentes infecciosos sean neutralizados, sobretodo bacterias.
El agua: aquí debemos ir por partes.
¿Qué es mejor el mar o la piscina? En ambos medios se realizan análisis de bacterias, sobre todo de una llamada Escherichia Coli. Es una bacteria que te sonará porque produce infecciones de orina.
¿Por qué esa bacteria está en el mar o en mi piscina? Porque evidentemente lo que antes te comentaba de la necesidad irrefrenable de orinar de algunos/as bañistas.
A priori, en el mar debe existir menos concentración, aunque ya sabéis que algunas playas están contaminadas. Todo depende del área geográfica donde vivas. Cada ayuntamiento está obligado por ley a testar sus aguas, por lo que te podrán facilitar la lectura de contaminación biológica para que puedas valorar donde te bañas.
La piscina, si es propia y no hay niños, seguro que debe tener escasa contaminación. Si es una piscina pública, y a la vez con muchos niños, ya te imaginas el nivel de contaminación, ¿no?
Retomando el concepto anterior, en cuanto a lo de “una mentira a medias” es cierto que el agua del mar, embalses, ríos… puede estar contaminada. También, que se debería evitar las piscinas públicas que tengan muchos niños, aunque habría que ver la cloración del agua y los resultados de sus análisis antes de descartarlas. Pero en absoluto es cierto que este hecho te vaya a producir una infección que afecte a tu bebé. Esto es como el bulo de tener candidiasis vaginal (hongos) por orinar en WC públicos. Definitivamente NO. La posible pérdida del tapón mucoso no implica que debas dejar de bañarte.
Disfruta de un buen baño
Por lo tanto, si estás embarazada, algo tan sencillo como nadar unas horas hará que te sientas mejor contigo misma y te aliviará del calor, muy frecuente durante los últimos meses de gestación -y más si es en verano-.
Así que no hagas caso de los “médicos de la calle” y si tu ginecólogo no te ha prescrito reposo o tranquilidad física, ¡disfruta de un buen baño!
Rafa Vila
Matrona en el CSI Alzira