La obesidad infantil es un problema real.  Un estudio reciente evidencia que en España, un 23,3 % de los escolares tienen sobrepeso y un 17,3 % obesidad. Sin embargo, en literatura científica existen muchos trabajos que resaltan que, en muchas ocasiones, el problema se identifica tarde o no se reconoce.

En el Día Mundial de la Obesidad (4 de marzo) vamos a abordar en “Viure amb salut” este asunto para que sepas como reaccionar. Como aseguran nuestros expertos ,“hay que educar a los padres para que sepan educar a sus hijos”.

Pero, ¿qué es la obesidad infantil?. Según la  Organización Mundial de la Salud (OMS), el sobrepeso y la obesidad se definen como una acumulación anormal o excesiva de grasa que supone un riesgo para la salud. Un niño se considera que es obeso cuando su peso sobrepasa el 20% de su peso ideal.

Causas de la obesidad infantil

El origen de la obesidad es compleja y multifactorial. Existen factores individuales y biológicos (metabólicos y genéticos), y otros que tienen que ver con la educación, la actitud y el comportamiento.

Entre los factores genéticos,  si uno de los padres es obeso, el riesgo se triplica y, si lo son ambos, se multiplica por 15. También se hereda el patrón de distribución de la grasa. Es complicado diferenciar el origen genético y ambiental por la gran influencia de estilos de vida similares entre padres e hijos.

Pero en lo que hay coincidencia es en que las principales causas de los problemas de peso y la obesidad infantil suelen residir en los malos hábitos alimenticios y un estilo de vida sedentario. Según la opinión de nuestros expertos, el problema de la obesidad está enquistado en el comportamiento mediante los hábitos. Los hábitos son costumbres que se adquieren desde muy temprana edad y que se fijan a base de repeticiones y normalizaciones de las conductas. Por ello, es esencial enseñar a los padres a educar a sus hijos en alimentación y hábitos saludables.

Consejos

Ahora que ya eres consciente del problema y de tu importante papel como padre o madre, te comentamos que combatir la obesidad infantil debe hacerse en varios frentes:

  • en el ámbito familiar, escolar, sanitario y comunitario, donde se deben potenciar los patrones de alimentación saludable.
  • Promoción de la lactancia materna y correcta introducción de la alimentación complementaria. Incidir en que no hay que adelantar el inicio de alimentación complementaria; existe un estudio que demuestra que en los lactantes alimentados con leche de fórmula o destetados antes del cuarto mes de edad, la introducción de alimentación complementaria antes del cuarto mes se asocia con un aumento de la probabilidad de obesidad a los tres años de edad.
  • Restringir el consumo de alimentos energéticamente densos, procesados y con elevado contendido en azúcar libre (presente en refrescos, zumos industriales, cacao en polvo, galletas y cereales infantiles). Según la OMS el consumo diario de azúcar libre no debería sobrepasar los 25 gramos diarios.
  • Dieta equilibrada con consumo adecuado de grasas, frutas y verduras (5 al día), y seguir las recomendaciones de la pirámide de la alimentación.
  • Práctica de actividad física regular.
  • Reducción de actividades sedentarias (televisión, vídeo, ordenador y videojuegos), limitándolas a un máximo de 1-2 horas al día.
  • Implicar a toda la familia en las actividades recomendadas. Potenciar estilos de vida saludables en los padres como modelos de sus hijos.

Sobre la alimentación y la actividad física

Para centrarnos en los dos pilares contra la obesidad te ofrecemos recomendaciones más concretas.

Es muy importante aumentar el consumo de verduras (2-3 raciones diarias), frutas (2 piezas diarias) y pescado (2-3 veces por semana), y reducir el consumo de la llamada comida rápida y precocinada. Igualmente, se recomienda la ingesta de zumo de frutas naturales, no envasados.

También es muy importante realizar un desayuno adecuado, compuesto principalmente por lácteos, pan, cereales sin azúcares añadidos y zumo de frutas naturales. Según un estudio reciente, cerca del 10% de los niños acuden a la escuela sin desayunar y el 30% que desayuna, lo hace de forma inadecuada y con un nivel bajo de calorías.

Los pediatras aconsejan estimular la práctica de actividades físicas como caminar

Asimismo, los pediatras expertos en este tema, aconsejan estimular la práctica de actividades físicas como caminar (más de 30 minutos/día) o realizar alguna práctica deportiva estructurada y supervisada (fútbol, baloncesto, natación, etc.). Así, se consigue reducir el sedentarismo. Es recomendable que la familia participe junto a los niños en actividades lúdicas y deportivas; por ejemplo, ir en bicicleta, salir al campo, etc.

Consecuencias

Y como nos gusta que tengas toda la información, debes saber que las consecuencias de la obesidad infantil para la salud incluyen, además del riesgo de continuar sufriéndola en la edad adulta, otros problemas que no se ponen en evidencia hasta pasadas algunas décadas, como por ejemplo la osteoporosis o el riesgo cardiovascular.

Además, se pueden desarrollar trastornos de tipo psicológico (disminución de la autoestima, fracaso escolar, trastornos de la conducta alimentaria, etc), hipertensión, hipertrigliceridemia, resistencia a la insulina, alteraciones vasculares e inflamatorias y síndrome metabólico, cada vez más frecuente en nuestra sociedad.

Invierte tiempo en tu hijo

Y para acabar algunas reflexiones. El manejo de un niño con sobrepeso requiere tiempo, motivación y perseverancia. Pero es una inversión que vale la pena hacer, por la salud y bienestar de tu hijo y del tuyo propio.

Tu hijo/a lo necesita más que nunca para adoptar hábitos saludables y un estilo de vida saludable. ¡Tú eres su ejemplo!.

Cuando sea necesario, los profesionales de la salud podemos ayudarte, pero sólo tú puedes hacer cambios.

Departamento de Salud de La Ribera